Lo normal una vez estudiada la viabilidad de este nombre (tanto para el público como para su posicionamiento en internet) hubiera sido que Moebo replantease sus bocetos y dibujase un perro “verde”, pero lo especial de esta imagen editorial es que no se sujeta a la literalidad del nombre, sino a su concepto. Por eso el icono que nos llama la atención por su “rareza” se torna entrañable cuando entendemos que se trata del perro verde del que tanto hemos oído hablar.

